Hay veces en que crees no poder seguir adelante. Esas veces que sientes que has dado tanto, sin embargo, la recompenza parece mínima. La verdad, no sé que pensará el común de la gente... no sé si yo pienso lo mismo. Lo que si sé es que hoy terminé una etapa; o más bien, la mitad de una. No es la guerra, gané una batalla. Y la gratitud que siento, el orgullo por mi misma son tan satisfactorios que desde ya, mis energías se están recuperando para inciar la segunda "patita".
No fue fácil. Pero tampoco imposible. Los sacrificios fueron justos. Pudo haber sido peor. A mi parecer, fue mucho mejor de lo que esperé... mucho mucho mejor.
Pero estas vacaciones serán un tanto distintas. No es que con ellas venga un relajo desmesurado, para nada. Nadie esperaba lo que pasó. Nadie hubiese querido que pasara, mas no nos queda otra cosa que apoyarnos entre todos, y darle fuerzas... es lo que ella necesita, mucha fuerza. Ha sido un pilar fundamental en la vida de todos, es nuestro turno.
Quizás (sólo quizás) la vida derepente nos da "sorpresas" (falta de un nombre más adecuado) para que valoremos lo que tenemos. Lamentablemente, a veces es la única forma en la que parece que entendemos. Valoraríamos (aún) más nuestra mano, si estamos a punto de perderla. Estimaríamos mucho más nuestras piernas si un día ya no podemos caminar. Anhelaríamos tener un segundo más con aquella persona, que ya no está en nuestras vidas... espero que no sea este el caso, espero tenerla para mucho tiempo más.
Desde la distancia sólo me resta enviarle todas mis energías.
La quiero .
No fue fácil. Pero tampoco imposible. Los sacrificios fueron justos. Pudo haber sido peor. A mi parecer, fue mucho mejor de lo que esperé... mucho mucho mejor.
Pero estas vacaciones serán un tanto distintas. No es que con ellas venga un relajo desmesurado, para nada. Nadie esperaba lo que pasó. Nadie hubiese querido que pasara, mas no nos queda otra cosa que apoyarnos entre todos, y darle fuerzas... es lo que ella necesita, mucha fuerza. Ha sido un pilar fundamental en la vida de todos, es nuestro turno.
Quizás (sólo quizás) la vida derepente nos da "sorpresas" (falta de un nombre más adecuado) para que valoremos lo que tenemos. Lamentablemente, a veces es la única forma en la que parece que entendemos. Valoraríamos (aún) más nuestra mano, si estamos a punto de perderla. Estimaríamos mucho más nuestras piernas si un día ya no podemos caminar. Anhelaríamos tener un segundo más con aquella persona, que ya no está en nuestras vidas... espero que no sea este el caso, espero tenerla para mucho tiempo más.
Desde la distancia sólo me resta enviarle todas mis energías.
La quiero .
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