
Si pudieras ver las luces del desierto, si pudieras ver los ojos del dolor. Si pesaran más las ganas que tu tiempo, si pudieras ver lo lento de un adios. Si pudieras darme, sal, un poquito de calor, si pudieras entender que hoy me muero por saber si te acuerdas de aquel primer beso, de las noches que pasó latiendo este corazón...
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