Diálogo.

- ¿Qué ocurre?

- Me despido.

- ¿De qué?

- De un gran amor.

Y es que por más que prolonguemos las cosas terminan por ocurrir, tarde o temprano. Y se aprende, aunque a mi me haya tocado más temprano que tarde, aprendí. Pensé que quizás me iba a costar un poco más, pero la verdad estoy orgullosa de mi misma como siempre lo he estado.

No creo que haya un culpable, para nada, lo que pasó pasó y es exactamente así como debía ocurrir, no de ninguna otra manera. Si pudiera retroceder el tiempo, por mi Dios que no cambiaría suceso alguno, sino más bien lo viviría (tal vez) con mayor intensidad, más ganas, más jugada.

Las cosas del amor no se pueden entender, y tampoco pretendo hacerlo. Ocurren tal y como tiene que suceder y no voy a ser yo quien impida eso.

Y estoy aquí, una vez más agradeciendo a la vida que sucediera de esta manera, y en el momento preciso... quizás más adelante hubiese sido más catastrófico. Estoy bien, sé también que tu no estas mal (al menos es lo que demuestras). Gracias por el mutuo aprendizaje, y como te dije, no servirá para alguna próxima oportunidad: Tu sabrás donde no caer, Yo sabré como he de levantarme.

Siempre estaré ahí para cuando necesites una mano amiga, una palabra, un abrazo. Tu sabrás donde buscarme. Solo tienes que llamar.

Sé feliz. No importa como.

Sé Feliz.