
Hay días en que el desgano sobrepasa mi habitual entusiamo. Pasó hoy. No soy nada especial, tan sólo alguien que hasta hoy vive y ha dejado vivir. Y también me agoto. Hay personas que tienden a idealizarme y a esperar siempre lo mejor de mi. Se los agradezco. Pero hoy siento que mis sonrisas se acaban... sigo y seguiré siempre esforzandome para que el mundo vea una sonrisa de mi parte, o una palabra de aliento para el que lo necesite, o un hombro para quien quiera llorar, o una compañía para quien no quiera otra cosa.
Me han afectado varias cosas últimamente, muchas de las cuales (ni siquiera) soy la protagonista, pero de alguna u otra manera me afectan. Y tantas otras cosas que me dan aliento para continuar, claro que son muchas más las que me fortalecen que las que me derrotan. Y de los errores se aprende, estoy convencida.
Aún no sé que hacer. Y sí, vuelvo a caer en lo mismo que hoy no tengo deseos de comentar. Sé que evitándolos, los problemas se vuelven cada vez peores, llegando a un punto insufrible del que terminamos explotando... razón por la cual es recomendable enfrentarlos desde el comienzo. Lo sé. Lo tengo claro. Pero no puedo solucionar nada porque esto ya no depende de mi. Quizá en algún momento (pasado remoto) estuvo en mis manos frenar esta situación. Hoy ya no. Lamentablemente? Afortunadamente? Dios sabrá. Por el momento vuelvo a ser lo que soy, de cierta manera, a vivir y dejar vivir, a entregar lo que la gente espera de mi, a ser feliz con mis metas y proyectos, a enfocarme en mi y mis más cercanos, a recordarte, a quererte, a olvidarte (¿?), y a volverte a querer.
Cuando llegan las estrellas, temo que mi sensatez subestime mi manía de querer volverte a ver! (...) Soñaré que tu me despiertas, que aun vive tu apuesta por nosotros dos!
Me han afectado varias cosas últimamente, muchas de las cuales (ni siquiera) soy la protagonista, pero de alguna u otra manera me afectan. Y tantas otras cosas que me dan aliento para continuar, claro que son muchas más las que me fortalecen que las que me derrotan. Y de los errores se aprende, estoy convencida.
Aún no sé que hacer. Y sí, vuelvo a caer en lo mismo que hoy no tengo deseos de comentar. Sé que evitándolos, los problemas se vuelven cada vez peores, llegando a un punto insufrible del que terminamos explotando... razón por la cual es recomendable enfrentarlos desde el comienzo. Lo sé. Lo tengo claro. Pero no puedo solucionar nada porque esto ya no depende de mi. Quizá en algún momento (pasado remoto) estuvo en mis manos frenar esta situación. Hoy ya no. Lamentablemente? Afortunadamente? Dios sabrá. Por el momento vuelvo a ser lo que soy, de cierta manera, a vivir y dejar vivir, a entregar lo que la gente espera de mi, a ser feliz con mis metas y proyectos, a enfocarme en mi y mis más cercanos, a recordarte, a quererte, a olvidarte (¿?), y a volverte a querer.
Cuando llegan las estrellas, temo que mi sensatez subestime mi manía de querer volverte a ver! (...) Soñaré que tu me despiertas, que aun vive tu apuesta por nosotros dos!
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