
Y mientras todos se quejan de estar agotados de sea lo que fuere, yo hago oidos sordos y de tripas corazón. Todos tenemos de que quejarnos, lo que marca la diferencia es comenzar a dejar de lado lo que nos atormenta, lo que nos hace estar cabizbajos, lo que hace que nuestras fuerzas flaqueen y nuestro entusiasmo decaiga; y comenzar a darle énfasis a los detalles que nos dejan más que al mil por ciento.
Es verdad, nadie dice que sea fácil, pero tampoco es imposible. No me considero nada del otro mundo, y sin embargo lo hago, logro hacerlo, si bien no en un completo éxito, pero la mayoría del tiempo me resulta. Como la Ley de Atracción del Pensamiento. Yo puedo. Yo soy capaz. "Todo lo que está llegando en tu vida, tú lo estás atrayendo a tu vida y lo atraes a tí, por virtud de las imágenes que mantienes en tu mente. Es lo que estás pensando. Sea lo que sea lo que está pasando en tu mente tú lo atraes a tí." [Luck, Ley de Atracción del Pensamiento, 2009]. Y es que son tan poderosos aquellos pensamientos que terminamos, de cierta manera, autoconvenciendonos de que lo que nos acontece pasa en gran medida por nuestro querer, por nuestro desear, por nuestro insentivo, por nuestra voluntad, por nuestro pensamiento.
De ser así, entonces vuelvo a confirmar una de mis frases "vale más arrepentirse de lo que se hizo, que de lo que no". Hasta el momento, la culpabilidad es tan mínima en mi que no siento remordimiento por ninguno de mis actuares, remordimiento en el sentido de arrepentirme de alguna situación. Más aun, si me dieran la oportunidad de retroceder el tiempo, volvería a vivir (quizá con mayor intensidad) todo lo que ha ocurrido en mis -casi- 18 años.
"Todo es por algo", es uno de los clichés más frecuentes utilizados para reponer corazones heridos, penitas, malos momentos, situaciones conflictivas, etc... Pero un cliché de los más ciertos que he escuchado. No creo en las coincidencias, y si algo ocurre es consecuencia de algo anterior. Quizá no estaba totalmente en nuestras manos que ocurriera, pero en cierta medida si lo fue. Al final de cuentas, son nuestras propias desiciones las que diferencias cada una de nuestras vidas. Por eso la mia es distinta de la tuya, de la de ella, de la de él.
Y de eso se trata, de variabilidad. Eso es todo. Nadie es igual a otro; por lo mismo, me desagradan comentarios sexistas generalizadores: "Todos los hombres son iguales" (y su recíproco en el género femenino). Si fueran todos iguales, entonces: para que seguir buscando al que será nuestro compañero, si con los que hemos estado ya deberíamos conocerlos a todos. Creo, firmemente, en la idea de compartir mi vida con aquel que la valore tanto como yo. Con alguien que sea capaz de compartir mis sueños, mis triunfos y derrotas, mis alegrias y penas, mis risas y llantos, mis logros y caidas.
Aun soy joven, y es algo que (por el momento) no trasciende mayormente en mi vida. Pero si alguien ha de llegar, las puertas no se cierran ante la posibilidad de caminar acompañada un trecho de mi vida.
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Ce finit
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