A veces, muchas veces la realidad nos cae encima como un balde de agua fría, terminando de pronto con la ilusión construida a base de engaños y ambigüedades. Sin embargo, son estas caídas las que a la larga terminan haciéndonos madurar y abriéndonos los ojos a un mundo que no creíamos existiera. Estábamos ciegos. Pero... ¿cómo hacer para descubrir una bonita experiencia de una ilusión banal?, ciertamente, si supera, te juro amigo mio que ya tendrías la receta en tus manos y el sufrimiento que hoy te atormenta no existiría.
Una ilusión es como una estrella fugaz que atraviesa el firmamento. Te quedas mirándola, adorándola, deseándola con todas tus fuerzas pues es lo más hermoso que recuerdes haber visto. Y no quieres nada más que poseerla, cueste lo que cueste, pase lo que pase. Este encantamiento repentino te ciega y opaca la luz de las estrellas que aún (por más tiempo) continúan iluminando el cielo nocturno. Pero sigues pensando en aquel deslumbramiento, y te niegas a creer que jamás estará ahí para ti. Así como llegó, se fué y no pudiste hacer nada para reternerla. Estás solo ahí, contemplando el lugar por donde pasó, esperando que ocurra nuevamente. Y así se te van los segundos, los minutos, las hora, los días, las semanas... la vida.
Lo que menos deseo es que mal gastes tu vida en pensamientos que te destruyen el corazón, tu vulnerable corazón. Sé que el daño y la ilusión ya te han invadido y que nuevamente no puedes ver el Sol... pero te presente que siempre ha de salir, y para todos. Después de la tormenta siempre llega la calma, y a veces... esa calma viene con hermosos detallitos: un arcoiris. No te cierres, no es el fin del mundo. El sufrimiento es parte de la vida, y vivirlo te hace aún más humano.
Es hora ya de ser feliz!
Una ilusión es como una estrella fugaz que atraviesa el firmamento. Te quedas mirándola, adorándola, deseándola con todas tus fuerzas pues es lo más hermoso que recuerdes haber visto. Y no quieres nada más que poseerla, cueste lo que cueste, pase lo que pase. Este encantamiento repentino te ciega y opaca la luz de las estrellas que aún (por más tiempo) continúan iluminando el cielo nocturno. Pero sigues pensando en aquel deslumbramiento, y te niegas a creer que jamás estará ahí para ti. Así como llegó, se fué y no pudiste hacer nada para reternerla. Estás solo ahí, contemplando el lugar por donde pasó, esperando que ocurra nuevamente. Y así se te van los segundos, los minutos, las hora, los días, las semanas... la vida.
Lo que menos deseo es que mal gastes tu vida en pensamientos que te destruyen el corazón, tu vulnerable corazón. Sé que el daño y la ilusión ya te han invadido y que nuevamente no puedes ver el Sol... pero te presente que siempre ha de salir, y para todos. Después de la tormenta siempre llega la calma, y a veces... esa calma viene con hermosos detallitos: un arcoiris. No te cierres, no es el fin del mundo. El sufrimiento es parte de la vida, y vivirlo te hace aún más humano.
Es hora ya de ser feliz!
"Los hombres olvidan siempre que la feliciad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias."
- John Locke.
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